Todos hemos sentido en algún momente esa fugaz energía de fortaleza que nos trajo una sensación de fluidez, alineación y sentido.
Hasta tal vez nos sorprendimos por la determinación con la que actuamos.
¿De dónde salió esa fuerza que nos permitió expresarnos sin dudar, trascender una crisis pero sobre todo sentir que estábamos dirigiendo sin esfuerzo nuestra vida? Para que la verdadera fuerza surja hay una actitud imprescindible: querer ser uno mismo.
CONTENIDOS: