Joaquín estaba en su trabajo, rodeado de compañeros, pero sólo.

Sentía el peso de todo su ser en su cuerpo.

Venía lidiando con esta sensación hacía semanas, meses,pero hoy le parecía insostenible, su vista extraviada hacia una ventana viéndose a sí mismo en un camino sin salida….imaginando lo peor… 

Estaba tan confundido, desorientado…  
 

Es que lo tenía todo… una familia que lo amaba, amigos que lo apreciaban con quienes podía  reunirse y disfrutar largas charlas, un trabajo que lo hacía casi sin pensar y en el que hasta había llegado a un punto de gran reconocimiento… 
 
Pero arrancar cada día era un martirio. 

Había pensado en cambiar de trabajo, pero sentía que no era por ahí…
Más tiempo libre, más tiempo en familia….
Nada parecía ser suficiente.  
Y claro, nadie entendía su sensación de sentirse  
“viviendo una vida que no era la suya..” 
 

Cualquiera diría que su vida era perfecta…  porque no podía quejarse. Y sin embargo se sentía tan vacío…

¿Cómo era eso posible?  
 

Ese día, ese instante, y todos los detalles de las imágenes que pasaban por su mente,quedarían “impresos” en su ser para siempre.

Todo ruido paró y hubiese jurado que el mundo se detuvo ….

Para ayudarlo a empezar a “escuchar” una nueva y verdadera voz. 
 
Sin percibirlo algo había “madurado” en su interior y estaba a punto de “explotar” para nacer.  
 
Aunque desorientado y perdido tenía una convicción nunca sentida…

………

¿Estás viviendo o pasaste algo de esto?  
 
La historia de Joaquín la viven a diario miles de personas en el mundo.
De hecho existe un camino “trazado”…quiero decir: “es parte del camino” 
 
Sin embargo cuando nos toca “ese momento”  creemos que a ”nadie” en todo este universo le tocó vivir jamás algo igual.

Es tan fuerte, tan desolador que sentimos que somos los primeros en esta galaxia que vivimos algo parecido…. 
 
Nadie nos prepara, nadie nos enseña, en la escuela no se educa y ni siquiera se habla…de “este momento” tan vital, ni de algo parecido que nos pudiera preparar… 
 
Síntomas del despertar

Son los “requisitos previos” donde una crisis interior llega a su punto culmine, donde lo viejo no termina de morir y lo nuevo no nace.

Aunque es difícil de entenderlo, a la distancia reconoceremos que estos síntomas no nos tocaban “porque si”, eran “la condición”,
“la base”, que permitiría forjar algo nuevo en nuestra vida, nos daría la fuerza y el impulso para lanzarnos con fuerza hacia el futuro ….
que “ya” nos estaba esperando….

¿No habíamos pedido un cambio? ¿No era lo que más queríamos?

El momento más oscuro siempre es antes del amanecer…

… sólo tenemos que desarrollar un nuevo “músculo” que nos permita permanecer en la incomodidad.

Y no desesperar 🙂

…..porque ya hay destellos de esperanza!