Hace unos días una amiga me decía que pareciera que sólo podemos cambiar a los golpes. O sea, cuando sucede algo en nuestra vida que no nos deja otra opción que hacer un cambio…que nunca hubiésemos hecho por nosotros mismos.
Muchas veces vimos cómo un cambio que nunca hubiésemos elegido era necesario. Desde un punto de vista que no alcanzábamos a visualizar de antemano. Desde una perspectiva más amplia.
Existen dos estrategias para vivir los cambios:
Estrategia A: Inevitable. Por colapso
Estrategia B: Previsible. Por inspiración.
Curiosamente, la primera, es la habitual, la más brusca y la que genera sufrimiento. Y puede explicarse con el experimento de la rana. Si se coloca a una rana a temperatura cálida y se sube de a poco la temperatura, la rana no reacciona, porque se siente confortable. La temperatura aumenta y la rana muere en el agua hirviendo. Si a la rana se la tira en agua hirviendo, salta.
Solemos reaccionar ante una situación que percibimos inevitable, no antes.
A menos que…..aprendamos a vivir los cambios por inspiración.
Estando abiertos a percibir un ritmo que nos va indicando un cierre de ciclo.
Lo vemos venir. No esperamos a que el ciclo se cierre. Y vamos haciendo las correcciones de mediano término,como pasos inspiradores para que cuando llegue el fin del ciclo y tengamos que haber hecho el cambio, lo terminemos de hacer y sea el final de un ciclo que nos agarra preparados.
Pero como no aprendimos en la escuela sobre la materia ritmos y ciclos y vivimos como un árbol despreocupado de las estaciones y después preocupado porque en el otoño pierde hojas, cuando se cumple un ciclo en nuestra vida no nos queda otra alternativa que sufrir, por algo que hasta podría ser inspirador.
Un ciclo de cambio, para muchos inevitable, es el de 7 años.
Un astrólogo neocelandés hizo una investigación con 23 consultantes sobre lo que habían aprendido cuando tuvieron cambios inesperados al cumplir un ciclo de 7 años en algún área de su vida. Y lo que expresaron fue lo siguiente:
1. Apariencia y realidad no son lo mismo cosa.
2 Tengo que tomar el timón de mi propia vida.
3. No puedo dar por sentada la vida.
4. Aprendí a no confiarme
5 Soy capaz de hacer frente a los desafíos.
6. Parezco que tengo todo pero no tengo nada.
7. Puedo afianzarme en una visión.
8. Aprendí a tener coraje.
9. Puedo morir y renacer.
10. Aprendí sobre la independencia.
11. Las cosas que parecen permanentes no lo son necesariamente.
12. Intentar forzar las cosas no funciona.
13. Entendí el valor de tener una relación.
14. Aprendí a trabajar en grupo y a verme como parte de un grupo.
15. Aprendí a dejar ir los miedos.
16. Aprendí a verme como un ser espiritual.
17. Aprendí a valorarme.
18. Aprendí que soy un alma.
19. Desperté a un nuevo sentido de mí mismo.
20. Aprendí a tener un sentido mayor sentido de propósito.
21. Aprendí a actuar cuando me desafiaron.
22. Me volví más sensible.
23. Puedo valerme por mí mismo.
24. Puedo crear y trabajar por mi cuenta
En la parte final del seminario El despertar de la fuerza explico cuál es el planeta que hay que mirar en la carta natal para comprender cómo se manifiesta ese cambio de ciclo de 7 años,. para poder prevenirlo, prepararte y poder vivirlo con la estrategia B.
Lic. Alexis G.Ansaldo
Almamater