Auto-realización: actualizar lo que se “es” potencialmente.
El origen de nuestra verdadera vocación tiene una sabiduría que nuestra mente
desconoce. ¿Pero cómo ir descubriéndola?. Somos “llamados” a algo.
La voz es suave al principio, pero en la medida que aprendemos a
escucharla se va transformando en una prioridad en nuestra vida. La voz
persiste hasta que la asumimos, la vamos poniendo en práctica y hacemos
aquello que somos llamados a ser…
Hay un riesgo que no te puedes permitir correr, hay un riesgo que no te puedes
permitir dejar de correr…(P.Druker)
Hacer de la vocación nuestra profesión para muchos puede parecer un sueño,
pero deja de serlo cuando caemos en la cuenta de que es el verdadero camino,
que en algún momento tendremos que recorrerlo. Es el riesgo que no nos
podemos permitir “dejar” de correr. Dar lo mejor de nosotros al mundo.
Llega un momento, en el que uno asume que no será el mejor, que no tiene todos
los conocimientos y ni siquiera tiene certeza de un buen resultado. Sin
embargo, algo adentro dice que esa decisión es la correcta, la mejor y que
debe ser hecha… .
Creo que a los 35 años todos somos expertos en algo, pero en el fondo no
sabemos en qué. Todos tenemos una cualidad esencial y una forma de
expresarla. Reconocemos la “forma”, en lo que somos buenos haciendo algo,
pero no vemos la “esencia”, que sustenta todo. La primer confirmación de esta
idea llegó cuando Otto Sharmer, profesor del MIT, dijo algo así: “vemos lo
que hacen las personas que logran grandes cosas, pero lo más importante
no lo vemos, el lugar interno desde el que operan…
Vocación, profesión, trabajo. Alinear las tres es el desafío. Hacer de nuestro
trabajo una profesión que represente nuestra vocación. A la vocación la
solemos relacionar con la profesión, pero hay infinidad de profesiones que
no se estudian en ningún lado. La profesión es algo en que nos especializamos
que oculta una cualidad esencial que generalmente desconocemos. (Ver el caso Laura) .
La vocación tiene un origen “interno”, no sabemos de donde viene exactamente
pero si sabemos hacia donde va… .donde se expresa. La vocación puede ser sólo
una cualidad humana: cuidar, cuidar a la naturaleza, cuidar a los demás.
La reconocemos cuando conectamos con ella. No nos deja otra opción que ponerla
en práctica, podemos resistirnos pero La vocación no nos da escapatoria. O
hacemos algo con ella o se nos vuelve en contra.
Somos llamados a algo. La voz es suave al principio, pero en la medida que la
ponemos en práctica vamos afinándola, vamos escuchándola mejor y de a poco
se va transformando en prioridad. No hay marcha atrás. Cuando empezamos a
escuchar lo “verdadero” no queremos escuchar más el ruido del mundo. Surge
la responsabilidad de asumirla y hacer algo con ella.
En un mundo que pide a gritos un cambio es posible que la vocación se
mantenga pero la profesión cambie. Podemos imaginar un futuro con nuevas
profesiones como los plantadores de arboles o los juntadores de semillas o los
acompañadores de abuelos sabios. Todo lo que cada vez sea más necesario y para
lo cual la sociedad en algún momento despierte, en algún momento será cada
vez más valioso. Todo lo que uno haga de corazón respondiendo a una
verdadera necesidad es una vocación, que en algún momento puede transformarse en
profesión.
“Todo lo que uno haga de corazón respondiendo a una verdadera
necesidad es una vocación, que en algún momento puede transformarse en
profesión.”